miércoles, octubre 26, 2005

Sangre escandalosa

Recuerdo que a los cuatro años de edad empecé la educación pre-escolar en el jardín de infancia “Año Internacional del Niño”. Este quedaba a cinco cuadras de donde yo vivía con mis padres, en un populoso barrio urbano de la todopoderosa Ciudad Guayana. El primer día de clases mi papa me llevo a pie, y así fue en lo sucesivo, pues era una distancia corta. Pero la nitidez con la que recuerdo aquel día se debió sobre todo a un suceso inesperado. Luego que mi padre me hubo dejado en el jardín de infancia comencé a relacionarme con los otros párvulos que allí estaban. Era yo hiperactivo, nada tímido y de mucho hablar. Las tantas cosas que había en el lugar me agradaron sobremanera, muchos juguetes sobre todo. Me llamo la atención una niña que hacia un rincón del aula armaba una figura con tacos de madera, muchos tacos de madera, pues la amorfa figura ya alcanzaba el alto de ella. Me acerque con la intención de ayudarle, o quizás mas por curiosidad. A esa edad uno no tiene el pleno conocimiento de porque hace las cosa. Coloque algunos tacos sobre la cúspide de la figura que ella armaba, con tan mala suerte que todo se vino abajo. La niña se encolerizo en demasía, empezó a gemir y en un arrebato violento me arrojo, con toda la fuerza que surgió de su ira, uno de los tacos de madera que recogió de su obra deshecha. Me alcanzo en la frente. Un certero golpe, fuerte y seco. Me dolió, pero contuve el llanto. Solo hasta que me lleve la mano a la frente y sentí mi calida y viscosa sangre brotar con fluidez. Se armo un revuelo en el aula cuando los otros párvulos me vieron empapado de sangre, y yo pensé que me iba a morir. Lo que sucede es que la sangre siempre es muy escandalosa.

1 comentario:

Ana Isabel dijo...

Jejeje..! Por que será que cuando esta pequeño le pasan unas cosas.. que para que contar..! Yo recuerdo que en mi preescolar era la más tranquila de todos los niños y la profesora me amaba, pero en realidad era por que mi abuela trabajaba en el mismo lugar y si me portaba mal me regañaba, entonces un día ddecidi derraparme y me puse jugar con las demas niñas y abandone el oficio de dibujar y pintar rutinario de todos los días-ese día quise ser una niña normal- con la sorpresar que cuando tenia los tacones puestos, pintada, vestida como adulta por que de eso se trataba el juego, llego la profesora y me regaño más que a las demás que hacian esto cotidianamente, me tildó de insoportable... y pues hay mismo volví a ser la misma de siempre.. sentanda en la mesita dibujando- cosa que no me desagradaba- esos recuerdos con imborrables...

Saludos

AGRANDADOR DE PENES/ Dile Adios a la Eyaculación Precoz